El ambiente de Navidad flota en el aire…
Aromas, colores, costumbres, tradiciones...
Todo se mezcla y da gusto compartirlo con familiares y amigos.
Emociones que invaden nuestro corazón, alegrías por los afectos que tenemos y a los cuales volvemos a encontrar en medio de noches mágicas llenas de abrazos interminables, besos, saludos, risas, una mesa donde los sentimientos y la esperanza son el plato principal.
Añoranza de los afectos no olvidados, solo esperando el reencuentro de una llamada, un mail, una carta o una tarjeta que nos haga confirmar los lazos afectivos con la fuerza del corazón.
Alboroto de niños llenando las calles de excitación en medio de carreras, gritos, juegos y charlas que tienen un solo tema: “ yo le pedí a Papá Noel…..” y ojos brillantes esperando que llegue la medianoche para recibir los regalos.
Noches de recuerdo de quienes ya no están, esa abuela que nos hacia turrones caseros, esos padres que se fueron dejándonos todo un mundo por transitar, ese amigo que sabía entendernos y compartía con nosotros todo tipo de aventuras… Seres queridos que pasaron por nuestra vida y que, seguramente en estas fechas, nos acompañan desde alguna estrella esperando una sonrisa elevada al cielo en su nombre.
Navidad, símbolo de Paz y Amor, pero también momentos para compartir, para perdonar, para confirmar lazos afectivos, y para llenarnos de esperanzas de un mundo mejor.
Solo por hoy te propongo, cuando el estruendo de la pirotecnia, las sirenas de la cuidad y los saludos de Feliz Navidad te den un momento de tregua, mira al cielo…y busca la estrella más grande, porque allí será nuestro punto de reunión para unirnos en un solo deseo: ‘Paz y Amor para este mundo’.
Tú también estás invitado. ¡Te espero!!
Aromas, colores, costumbres, tradiciones...
Todo se mezcla y da gusto compartirlo con familiares y amigos.
Emociones que invaden nuestro corazón, alegrías por los afectos que tenemos y a los cuales volvemos a encontrar en medio de noches mágicas llenas de abrazos interminables, besos, saludos, risas, una mesa donde los sentimientos y la esperanza son el plato principal.
Añoranza de los afectos no olvidados, solo esperando el reencuentro de una llamada, un mail, una carta o una tarjeta que nos haga confirmar los lazos afectivos con la fuerza del corazón.
Alboroto de niños llenando las calles de excitación en medio de carreras, gritos, juegos y charlas que tienen un solo tema: “ yo le pedí a Papá Noel…..” y ojos brillantes esperando que llegue la medianoche para recibir los regalos.
Noches de recuerdo de quienes ya no están, esa abuela que nos hacia turrones caseros, esos padres que se fueron dejándonos todo un mundo por transitar, ese amigo que sabía entendernos y compartía con nosotros todo tipo de aventuras… Seres queridos que pasaron por nuestra vida y que, seguramente en estas fechas, nos acompañan desde alguna estrella esperando una sonrisa elevada al cielo en su nombre.
Navidad, símbolo de Paz y Amor, pero también momentos para compartir, para perdonar, para confirmar lazos afectivos, y para llenarnos de esperanzas de un mundo mejor.
Solo por hoy te propongo, cuando el estruendo de la pirotecnia, las sirenas de la cuidad y los saludos de Feliz Navidad te den un momento de tregua, mira al cielo…y busca la estrella más grande, porque allí será nuestro punto de reunión para unirnos en un solo deseo: ‘Paz y Amor para este mundo’.
Tú también estás invitado. ¡Te espero!!